domingo, 23 de agosto de 2009

46 millones de estadounidenses carecen de seguro médico, una cifra escalofriante, y seguro que otros tantos más no aparecen en esta cifra por ser ilegales. Ahora el presidente Obama se ha propuesto crear un seguro médico que cubra a todos los ciudadanos y medio país ha puesto el grito en el cielo, incluso el de aquellos que son republicanos y que no tienen seguro. Que si son más impuestos, que si por qué tengo que pagar yo el seguro del vecino, que si el gobierno quiere hacer un monopolio... Una difícil propuesta en un país tan grande y donde prima la ley del mercado. No significa crear una red de centros de salud públicos ya que es algo imposible a estas alturas sino se proveer de un seguro financiado por el gobierno para todos.
Actualmente el seguro médico en algunos casos te lo da tu empresa si tienes suerte o bien lo tienes que contratar tu mismo. En muchos casos no garantiza 100% de la cobertura médica o tienes que pagar un % del gasto sanitario. Hay gente que no quiere ir al médico por miedo a que su seguro no lo cubra. Veremos en que acaba todo esto.

No estaría mal en España que tras una visita al médico o al hospital nos dieran una factura simbólica para que nos diéramos cuenta del coste real que un sistema de sanidad público tiene ( financiado por supuesto por nuestros impuestos) y nos sintamos aliviados por una sanidad que con sus más y sus menos nos cubre. Hay muchísima gente aquí que lo pasa muy mal. Recientemente un conocido sin seguro ha tenido apendicitis. El ingreso, la operación...puede salirle por más de $ 5.000. Ahí es nada.
Mucha suerte Barack.

Hablando de temas menos serios sobre mis días por aquí, los últimos findes han sido de actividades deportivas. Hace unas semanas hice una excursión a la ladera de Mt. Hood. Después de que la carretera para llegar al punto desde el que queríamos iniciar la subida estuviera cortada y nos cambiara los planes, después de hacer marcha nocturna sin carteles indicativos y con la potra que tras unas millas de subida encontráramos una cabaña de montaña en la que quedarnos a dormir... pudimos llegar al día siguiente a una de las aristas de Mt. Hood. Donde empieza uno de los glaciares que ahora mismo está en pleno deshielo. Impresionante.


Este fin se semana también ha sido de acampada, nos hicimos una ruta con la bici por algunos de los puentes cubiertos de Oregón. Puentes de madera de hace un siglo que se cubrían para que se conservaran mejor.
Y alrededor del fuego de acampada por fin probé los Marshmallows ( las bolas de color blanco que se ponen al fuego con un palo), son igual que los jamones/nubes que hemos comido tantas veces pero churruscados.