miércoles, 16 de diciembre de 2009

Hay un solo puente en este país de más de tres días. Es el fin de semana de Acción de Gracias, volar es una odisea además de carísimo ya que es la fiesta de las familias americanas y todo el mundo lo hace. Tantos días no podía quedarme en Portland así que prepare un viaje en coche con cinco amigos a uno de los parque nacionales del norte de California. Redwood National Park.

Salimos el miércoles a la tarde hacia el sur del Estado, nuestro objetivo era Ashland, una ciudad del sur de Oregón conocida por celebrar el Shakespeare Festival, un festival de teatro que dura todo el verano y que se hace los fines de semana donde se representan en su mayoría las obras de Shakespeare. Allí nos quedamos a dormir y lo visitamos el miércoles por la mañana así como algún otro pueblo de esa zona de Oregón.

Esa tarde nos fuimos hacia California para llegar a un pueblo llamado Trinidad donde habíamos reservado la cena de Acción de Gracias. Pocos restaurantes hay abiertos esa noche que no sean McDonalds y los que están, están llenos, al final conseguimos reservar en este restaurante que luego descubrimos que era parte del casino de la ciudad. Como no, la cena consistió en el pavo con su salsa, el relleno que llaman Stuffin y una especie de mermelada típica. Tras ello echamos unas ruletas en el casino del que nos fuimos sin ganar nada.

Los pueblos del norte de California están muertos, son pueblos pequeños con muy poca vida, nos quedamos a dormir el moteles de carretera que íbamos encontrando y nos dedicábamos a la noche a tomarnos una cerveza y jugar un billar en las típicas tabernas de pueblos con su máquina de discos y su billar donde nos mezclábamos con los personajes de la zona.

Tras el día de Thanksgiving fuimos a visitar el parque nacional de Redwood. Redwood es el tipo de árbol, no he encontrado traducción en castellano, creo que solo existen en esta parte del mundo. Son árboles centenarios y milenarios que pueden llegar a más de 100 m de altura, que impresionan una barbaridad. Por la zona pasamos un par de días disfrutando de la naturaleza antes de volver hacia Oregón por el camino de la costa, parando en pequeños pueblos costeros. También paramos en las Dunas de Oregón, dudas enormes al lado del mar donde nos alquilamos unos quads para hacer un poco el cabra.

El resto de historias ya os las cuento en persona. El día 24 llego de nuevo para disfrutar de las fiestas entre familia y amigos y disfrutar de ese tiempo sensacional con el que Burgos me acogerá. Como cantan Mamas & The papas … California dreamin in such a winters day





El pavo






Sexy Californian Motel