miércoles, 24 de junio de 2009

Moving!

¿Que quieres hacer mudanza? Pues llamas a tus amigos y conocidos para que te ayuden. Y el estilo americano es invitarles después a cerveza y a pizza en la nueva casa. Total, que caí. En mi afán de probar las costumbres americanas y cumplir con el dicho When in Rome do as the Romans (Donde fueres haz lo que vieres) me fui a ayudar a la mudanza de una amiga americana.

Si tienes suerte ya han empaquetado y ni tan mal, en este caso era así, aunque eso sí, cajas y cajas. Aquí tienen afán por guardarlo todo (bueno en España también, no nos engañemos, aunque como las casas aquí son más grandes pues más guardan) y cuanto más tienes pues mejor, y si te cambias de casa, pues te lo llevas, nunca sabes cuándo vas a necesitar aquel jarrón de Recuerdo de Cuenca (aquí será recuerdo de Milwaukee, digo yo).

Mientras que subía y bajaba cajas (un tercero sin ascensor) me iba acordando del documental que mi amigo Gorka Otegui, conocido en el blog por ser uno de los principales comentaristas (un saludo Ote desde América y gracias por tus comentarios), me pasó hace poco y el cual creo que es un buen momento para compartir a raíz de la mudanza. Son 20 minutos de documental sobre la economía actual y el consumismo contado de una manera amena y que hace reflexionar. Merece la pena verlo.

The Story of Stuff (La historia de las cosas)

http://video.google.es/videoplay?docid=-5645724531418649230&hl=es

Mi consejo, no guardéis lo que no os sirva. O si lo guardáis, no contéis conmigo para la mudanza. ;)

Al menos la pizza y la cerveza estaba buenísima. O el menda que tenía hambre.

viernes, 5 de junio de 2009

Ya se fue la familia. Después de comprobar que mi vida estaba correcta, volaron el sábado pasado de vuelta.

La última semana la pasamos en Portland.

Entre otras cosas, nos fuimos al béisbol. Yo nunca había estado. Poco sabía yo de béisbol. Después de empollarme en la wikipedia las reglas básicas de este deporte (aparte del batear y correr, que eso lo sabemos todos) nos fuimos al campo de los Portland Beavers. Es el deporte más lento de la historia, y no, no es para tener el abono e ir muy a menudo. No estuvo mal pero al ser tan lento te pones a rajar y cuando hay una buena jugada te la pierdes.

También fuimos al Last Thursday de Alberta. Portland, como ciudad de artistas que es tiene dos días al mes dedicados al arte.

El First Thursday se hace en Downtown, donde las múltiples galerías de arte abren sus puertas. En estas suele haber barras para que te tomes tu cerveza/vino y puedas comentar con el de al lado haciéndote el guay que el estilo de este artista no es de tu gusto mientras mantienes la copa en el aire señalando. También puede ser que haya barras para que el alcohol te ayude convencerte de pagar los altos precios que estas galerías tienen.

El opuesto a este jueves es el Last Thursday de Alberta, un barrio más popular donde la calle Alberta se llena de puestos callejeros, de artistas espontáneos que plantan sus cuadros, de frikis portlandeses, de grupos de música que tocan en cualquier hueco en el que haya un poco de hierba o encima de autobuses, calles y jardines llenos de gente paseando al ritmo de cualquier música de cualquier estilo.

Para gustos son los colores que se suele decir pero mucho mas color sin duda tiene el último jueves que el primero. Yo hasta que vuelva la temporada de lluvias no me lo pierdo.

Estos días también es el Rose Festival, festival anual de Portland con varios desfiles, conciertos, barracas... las fiestas del pueblo vamos. Hasta en el río han atracado varios buques de The US Navy y se ven por las calles marineros (alguna que otra marinera) vestidos de blanco a modo de la película de Frank Sinatra "Un día en NY", sólo me falta ver mañana en el desfile a las Majorette. ¡Vaya tela!