lunes, 23 de noviembre de 2009

A principios de mes hizo un año que me vine a estos lados del mundo. El tiempo pasa muy rápido. Balance anual muy positivo en todos los sentidos. A nivel de conocer una cultura nueva (mucho mejor de lo que parece desde fuera), de aprender a nivel profesional y de hacer nuevas amistades. Un estilo de vida hay que decir diferente. Miedo me da acostumbrarme demasiado a esto.

No llevo la cuenta de las hamburguesas comidas, (No McDonalds de momento), si un Taco Bell, sólo uno, lo prometo. Número de brunchs, muchos, más que partidos de NBA pero menos que tipos de cervezas bebidas (que son bastantes aunque aún me quedan muchas por probar, de hecho no creo ni que me de tiempo en dos años más a catarlas todas). Estoy contento, lo cual no quiere decir que se eche aquello de menos. Mucho de menos. Bueno, en un mes nos vemos de nuevo por allí.

Mientras tanto y para no perder la cultura, se volvió a celebrar la reunión anual de los españoles de Portland. Esta vez vinieron muchos, pero muchos muchos. Tuvimos que alquilar un local de tantos que éramos y dejar de celebrarlo en casa de alguien, no se cabía. Jamón serrano (yo creo que era made in USA) que no estaba mal. Plato estrella, la tortilla de patata. Y el vino que no falte. Estuvo muy bien, como el año pasado representación variada de muchas provincias y edades. Gente recién llegada y gente ya viviendo más tiempo fuera que dentro pero que todavía tiene su acento del Sur o del Norte. El año que viene, más.

Este finde tocaba ser un poco friki así que me fui con unos amigos a ver la película Rocky Horror Picture Show. No sé si la conocéis, imagino que algunos sí. Es una película de finales de los 70 que se convirtió película de culto en EE.UU. y se sigue proyectando en cines de casi todo el país. Aquí en Portland se proyecta cada sábado a medianoche.

La película es mala, es como las primeras películas de Almodóvar pero versión americana. ¿Por qué esta película? La gente va disfrazada al cine de los personajes, se sabe los diálogos, en las canciones se va al escenario y baila (se proyecta en estos cines cutres de los años de maricastaña con escenario), y la película se representa al mismo tiempo que se proyecta por actores no profesionales de teatro.

Hay que gritar en el cine los diálogos si te los sabes, cuanto más alto mejor, o hacen comentarios sobre lo que va a pasar o está pasando que todo el mundo se sabe de memoria, incluso hay todo un diálogo entre el público y la película. Objetos varios vuelan por el cine, arroz, agua, papel higiénico...

Tiene el récord de ser la película que más dura en las salas de cine del país. Verla en tu casa no tiene gracia. A mí me pareció muy pero que muy mala, pero la experiencia hay que vivirla. Quizás vuelva…

sábado, 7 de noviembre de 2009

Si alguna fiesta me quedaba por probar durante este año, esa era Halloween. Tengo que decir que cuando estaba en España no me gustaba nada, no la fiesta, si no que se celebre en España. Primero, no es una fiesta de allí y bastantes fiestas mejores tenemos, segundo, es una americanada y tercero, para eso tenemos carnaval.En cualquier caso, obviamente, viviendo ahora aquí tenía ganas de probarlo.

Unas semanas antes me fui a por calabazas. A las afueras de la ciudad hay granjas que cultivan y venden las calabazas, te montas en el remolque de un tractor, y hala, pal campo a escoger la que más te guste. Tras ello y una vez en casa se supone que tienes que abrirla, sacar lo de dentro y hacer las formas típicas de los ojos, boca, cara...digo se supone porque yo lo intenté con una de ellas pero claro, me di cuenta de que los cuchillos del Ikea no son para eso. Luego me dijeron que hay herramientas especiales para ello, el próximo año quizás. La mía la puse en la puerta de mi apartamento tal cual, ni cara ni nada.

¿Qué hice en Halloween? Estaba invitado a una boda de unos amigos americanos. Una boda nada convencional, primero el lugar, en un refugio de montaña en la ladera de Mt.Hood, después como no, al ser Halloween era una boda de disfraces. Podéis ver el mío más abajo. Los novios por supuesto disfrazados también, el cura iba disfrazado de cura claro. Allí nos quedamos a pasar la noche.

Para llegar al sitio primero había que ir al refugio de montaña Timberline Lodge, donde están las pistas de esquí, una vez allí para subir a la cabaña donde era la boda nos tenían que llevar en las llamadas orugas ya que no es accesible para coches, y ya tiene nieve. La fiesta estuvo muy bien, una fiesta de Halloween en un lugar un tanto especial.

Para colmar Halloween como no, peli de terror. Vimos la película de El Resplandor, algo que se hace todos los años en Timberline Lodge la noche de Halloween ya que en este refugio Stanley Kubrick rodó parte de los exteriores de la película.


Karate Kid

Timberline Lodge

Las limusinas